Rezar el Rosario es una manera de santificarnos y sobre todo de agradar a la Virgen Santísima.
María, nuestra Madre, quiere lo que desea Jesús para nosotros.
(...) santifíquense y sean santos, pues Yo soy Santo. (...)
Levítico 11,44
Cuántos hemos dicho alguna vez:
¡Pero si yo no soy santo! o ¡No tengo vocación de santo!...
No nos justifiquemos.
Y si no lo sabíamos,... ahora sí.
Jesucristo quiere que seamos santos y con su ayuda todo se puede.
Por eso también nos entregó a su Madre: Compañera fiel.
Reza el Rosario cada día.
¡Busca a María!
Ella es la paz. El sublime amor maternal.
La ternura hecha mujer.
La sonrisa que consuela y anima.
María, la llena de Gracia. Madre del Salvador.
La Esclava del Señor!
Madre mía.
Enséñame a amar a Jesús.
María, nuestra Madre, quiere lo que desea Jesús para nosotros.
(...) santifíquense y sean santos, pues Yo soy Santo. (...)
Levítico 11,44
Cuántos hemos dicho alguna vez:
¡Pero si yo no soy santo! o ¡No tengo vocación de santo!...
No nos justifiquemos.
Y si no lo sabíamos,... ahora sí.
Jesucristo quiere que seamos santos y con su ayuda todo se puede.
Por eso también nos entregó a su Madre: Compañera fiel.
Reza el Rosario cada día.
¡Busca a María!
Ella es la paz. El sublime amor maternal.
La ternura hecha mujer.
La sonrisa que consuela y anima.
María, la llena de Gracia. Madre del Salvador.
La Esclava del Señor!
Madre mía.
Enséñame a amar a Jesús.
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