Gracias Madre por tanto amor.
Por buscar la manera de acercarte a nosotros.
Por cuidar al Verbo encarnado.
¡Cuánta habrá sido tu dicha al darlo al mundo!
Al abrazarlo, al amamantarlo...
Al sostenerlo entre tus brazos respirando su mismo aire.
Madre. María, ...
Madre del Nazareno.
Nos encomendamos a ti para que bajo tu amparo podamos caminar en esta tierra peregrina.
Donde nada somos y nada tenemos más que la misericordia de tu Hijo, que todo lo dispone para nuestro bien.
... María,... Mamá...
Te amo como mi pobre corazón mortal puede amar.
Pero ésto para ti es un bálsamo...
Gracias Mamita...
Gracias por alumbrar a Jesús: La Luz del mundo.